Perdóname ¿Reacción o decisión?
Lo primero que debemos determinar es si la persona te está pidiendo perdón y una nueva oportunidad de confianza por REACCIÓN y no por DECISIÓN.
Los seres humanos estamos guionizados con infinitas conductas automáticas. Por ejemplo, si te encuentras a alguien en la calle y sus miradas se cruzan, es posible que sientas una fuerte e impulsiva necesidad de decir "buenos días" o "feliz día", sin que esto signifique un deseo genuino y verdadero. Es cierto que es un acto de amabilidad, pero eso no le quita el ingrediente automático y poco auténtico. También podrías imaginar chocarte con alguien mientras caminas o tal vez pisarla accidentalmente. Acto seguido, es posible reconozcas la fuerte necesidad de decir: "Oh perdóname! cómo lo siento, ¿te encuentras bien?". Sin duda, esta reacción parece lo mínimo que podría decir, pero eso no significa que realmente sienta o se encuentres totalmente preocupado por los sentimientos y el bienestar de la persona traicionada.
Así mismo le pasa a la persona ofensora y que ha sido descubierta en su infidelidad. Parece una necesidad imperiosa y compulsiva pedir perdón, lamentar profundamente los sentimientos a los que está exponiendo a su pareja y el dolor que le está generando. También pedir afanosamente una nueva oportunidad es inicialmente una reacción, más cuando ha pasado muy poco tiempo y aún ambas personas se enfrentan en un estado intenso de shock.
Pero la verdad es que el ofensor se siente tan mal, que resultará una reacción automática pedir perdón y nuevas oportunidades. Es lo mínimo que esta persona podría hacer ¿no?, lo mas educado, la actitud mínima y más humana, pero no necesariamente consciente ni genuina.
La verdad en cuento a este asunto, es que la REACCIÓN será sin duda una etapa automática durante este primer momento. Es muy difícil determinar y esclarecer a corto plazo si las intenciones de perdón son una reacción que empezará a desvanecerse con el tiempo, o si por el contrario la revelación de la mentira llevará poco a poco y de manera favorable, al ofensor a una decisión verdaderamente consciente, a una intencional DECISIÓN que llegará a ser coherente y sostenible durante el tiempo.
En cuanto a la importancia de reconocer por parte de ambos que sí se trate de una decisión y no una reacción, como ya se ha dicho la variable tiempo es determinante. Es aconsejable -aunque no muy popular- pedirle a la pareja que eviten tomar cualquiera de las dos decisiones -bien sean terminar la relación o intentar reconstruirla- durante el periodo de reacción y crisis.
A medida que el tiempo empieza a fluir, es posible que el ofensor manifieste gradual pero sólidamente un proceso de reflexión profunda, así como cambios y diversos avances que ha generado por sí mismo. Esperar que el ofensor muestre decisiones sin la necesidad de que el ofendido se las exija o condicione, es uno de las más importantes signos de cambio genuino, al parecer está demostrando gradualmente una DECISIÓN.
Si deseáramos evidenciar algunos signos importantes de cambio, es posible logremos observar -con el paso del tiempo- que el ofensor se encuentra en una renovada disposición para tomar decisiones importantes, sólidas, sustentadas en argumentos racionales y responsables, a los que reiteramos ojalá haya llegado por sí mismo.
En esta etapa dejó de centrarse en la lamentación de sus errores, para empezar a avanzar de manera importante en el camino y proceso de reparación-restitución. Ahora se encuentra anhelosamente interesado en esclarecer las causas personales que lo llevaron a tan lamentable error. Durante este camino no alude a justificaciones, pero sí recurre a explicaciones. Las explicaciones aunque no le quitan el agravante y el dolor a los hechos, si brindan la alta probabilidad de que -al ser trabajadas terapéuticamente- permitan apuntar la intervención sobre estos "vacíos" emocionales y mentales, lo cual a su vez podría traducirse en una futura e importante garantía de no repetición.
La reacción se sustenta en la vergüenza, lamentación, la pérdida y las posibles consecuencias negativas asociadas a la revelación de la traición.
La decisión se sustenta en la conciencia, reflexión, aprendizaje y necesidad de cambio asociadas a un procesos introspectivo consciente.
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