Garantías de no repetición:
El mundo ha sido testigo de cómo el hombre durante toda su historia no se cansa de cometer actos maliciosos que atentan y contradicen la idea de que somos la especie más evolucionada sobre la tierra. Afirmamos que el humano es increíblemente avanzado a pesar de ver todos los días en las noticias la forma en la que matamos, maltratamos, violamos, robamos, mentimos, excluimos y contaminamos nuestro propio aire, agua y tierra.
La historia ha registrado crímenes imperdonables que han sido generalmente resultados de las guerras más sanguinarias, crudas y absurdas. Si queremos saber de lo que el hombre es capaz, bastaría con revisar la historia. Algunos terribles ejemplos de eso son las guerras de las mal llamadas civilizaciones europeas, las masacres de colonización en América, los crímenes de racismo y esclavitud que toda África sufrió, la Primera y Segunda Guerra Mundial, Vietnam, Afganistan, entre miles de ejemplos sanguinarios.
A pesar de que el panorama humano es desalentador al leer todas estas absurdas y grotescas guerras -que aún hoy siguen estando vigentes de forma directa o indirecta- la misma historia moderna nos muestra que a pesar de que el ser humano tiene la capacidad de ser profundamente oscuro, también tiene la capacidad de ser increíblemente iluminado y sorprendentemente evolucionado cuando se lo propone o cuando está obligado a hacerlo.
La medicina como ciencia deber reconocer su peor secreto dentro de la historia de la humanidad. Este oscuro secreto se centra en que los descubrimientos más icónicos, la formulación de grandes técnicas o la comprensión del funcionamiento del ser humano -entre otras tecnologías-han sido desarrolladas durante y gracias a la guerra.
De igual forma, la psicología tiene diversos protagonismos tristes en la guerra, como la elaboración de test de personalidad en los que -contrario a lo que se piensa- se buscaba reclutar a personas con puntajes moderados de psicoticismo. Pero claro, no es difícil imaginar que las personas con puntajes de personalidad saludable serían poco útiles y funcionales para poder ganar una guerra. En palabras coloquiales, hay que estar muy o moderadamente locos para matar o hacerte matar con causas políticas pero pobremente lógicas o argumentadas.
Aunque la guerra es lo más bajo que puede hacer una especie supuestamente civilizada, también es posible ver que la culminación de la misma -después de muchas muertes, sin sentido y dolor- podría ser la génesis para que surjan las cosas más evolucionadas de nuestra humanidad.
¿De verdad es cierto que de las guerras más horribles han surgido cosas positivas para la humanidad? Es cierto que es algo vergonzosamente paradójico.
En el año 1919 en Versalles-Francia 50 países se reunieron después de terminada la Primera Guerra Mundial, para firmar un acuerdo con el que se pretendía frenar las hostilidades. Es cierto que esta asamblea fue un verdadero fracaso, pero era el primer intento histórico por sentar a un mundo dividido en la misma mesa. Posterior a los 6 sanguinarios años de la Segunda Guerra Mundial, en 1948 las Naciones Unidas (que habían sido fundadas en 1945), anunciaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta declaración fue propuesta por el mismo número de países, a saber de nuevo 50 naciones. Aunque muchos historiadores críticos miran con escepticismo y cierta conspiración a la Organización de las Naciones Unidas, lo que sí es cierto es que esta organización ha resultado importante para promover, velar y proteger los derechos humanos, así como favorecer acuerdos económicos internacionales y suministrar recursos que buscan proteger la salud e integridad de los pueblos.
Durante el año 1988 en la República Democrática del Congo inicia un proceso de paz con los grupos armados étnicos que supuestamente concluyó en el año 2008. Pero fue hasta el año 2013, que 11 países africanos firmaron de nuevo un acuerdo de paz para estabilizar la guerra del este de la República Democrática del Congo, la cual se había desarrollado durante más de dos décadas. Aunque esta es menos famosa que la Segunda Guerra Mundial se ha establecido que este conflicto llegó a ser mucho más mortífero.
En 1992 en Arusha-Tanzania, se firmaron los denominados acuerdos de Arusha relacionados a la guerra étnica de Ruanda, pero los mismos no pudieron impedir que durante el año 1994, de abril a junio de ese año (en solo 100 días), se masacraran de la manera más sanguinaria los hutus y los tutsis. Las estadísticas afirman que durante esa ridícula guerra murió el 10% de la población de Ruanda, aproximadamente un millón de personas. En cuanto a esta guerra, lo único que pudo frenarla fue la intervención de las Naciones Unidas, misión que fue liderada por Francia.
En el año 1948 en Sudáfrica se instauró una de la leyes raciales más desgraciadas como lo fue el apartheid, la cual privaba de los derechos más básicos a las negritudes de ese país. Solo fue hasta el año 1994, tras 27 años de cárcel que logró ser elegido democráticamente el Presidente Nelson Mandela, quien es hoy recordado como uno de los mandatarios más emblemáticos frente al tema de los procesos de paz.
En el año 1999, en Irlanda del Norte se firma un proceso de paz, relacionado a una guerra confederada de 11 años de duración que sumó al rededor de 3500 muertos.
En el año 2016 en la República de Colombia se firmó un proceso de paz con una de las guerrillas mas sanguinarias y poderosas denominadas las FARC. Aunque dentro del mismo país hay una pronunciada división por los resultados alcanzados por el proceso, del mismo se pueden concluir dos cosas: La primera es que antes del acuerdo cada año, entre soldados y guerrilleros, se alcanzaban las 3000 muertes y las estadísticas apuntan a que todo el conflicto armado pudo rodear las 450000 muertes. La segunda, que los acuerdos fueron presionados por intereses políticos que impidieron estructurar de forma más solida los acuerdos, lo que generó muchísimo escepticismo, así como la reinserción a la delincuencia de 5000 hombres, de los 13000 que se habían acogido al proceso.
He recurrido a estos seis ejemplos de conflictos profundamente mortíferos en la historia de la humanidad, para sustentar la idea de que la paz (la confianza), puede ser construida siempre y cuando entre las partes exista una verdadera voluntad, necesidad por consolidarla, y lo más importante, un proceso consciente y organizado que apunte al verdadero cambio ideológico, filosófico y -si me lo permiten- espiritual.
Sin duda el perdón por parte de las víctimas es una de las bases más determinante para poder alcanzar un proceso de paz, pero toda víctima se pregunta si vale la pena ofrecer perdón, cuando no son clara las GARANTÍAS DE NO REPETICIÓN por parte de los victimarios.
Aunque dentro de los ejemplos en la mayoría de los casos se resalta el éxito final del mismo, en varios de ellos podemos ver que inicialmente los procesos fracasaron por falta de claridad, voluntad, consciencia y organización. Por lo que siendo un creyente personal de la efectividad de los procesos humanos serios y organizados, me dispongo a exponer los indicadores de cambio que le dan sentido a las tan anheladas garantías de no repetición.
------------ARTICULO EN DESARROLLO----------------
1. ACEPTAR EL PROBLEMA. Concientizarnos de la necesidad de buscar ayuda.
Todos los grupos terapéuticos para desintoxicarte de una adicción manejan el modelo de los 12 pasos de AA. Este modelo ha establecido que el primer paso para la recuperación de las adicciones es " Admitimos que éramos incapaces de afrontar la adicción solos". Este principio esta compuesto por la siguiente premisa: "Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables".
2. COMPRENDER LAS CAUSAS DEL ERROR ¿Por qué se dio la infidelidad?
Valiéndonos de nuevo con el ejemplo de las adicciones, todo de psicólogo que ha trabajado con algún problema adictivo sabe que la conducta o sustancia NO son realmente el problema. En ese orden de ideas, fumar no es el problema, si no el síntoma de una complicación más profunda, grave y menos visible que la conducta en sí misma.
Así que aunque es importante entender cómo funciona la adicción al sexo, al alcohol, al cigarrillo, al juego, etc; resulta aún más importante entender cómo funciona la dinámica de la adicción en el paciente. Desde la generalidad, todos los pacientes recurren a algún tipo de adicción para alcanzar -a menos es lo que busca hacer- los siguientes objetivos:
A) Evadir aspectos de la realidad que los hacen infelices, por eso buscan la adrenalina.
B) Esquivar la necesidad de experimentar sentimientos que siente lo sobrepasan como la tristeza, frustración, soledad, rabia, impotencia, entre otras emociones grises.
C) Impedir que sus pensamientos disruptivos tomen el control de la mente.
D) Anestesiar el dolor que le genera cosas que no desea resolver o enfrentar.
E) Medicar su ansiedad con acciones y conductas estimulantes, lo cual no hace más que incrementar los niveles de ansiedad. No importa cuál sea la "droga" esta tiene efectos muy a corto plazo. Cuando estos desaparecen, el fenómeno coletazo llega inmediatamente. Es así como se eleva a la compulsión de la conducta adictiva, puesto que es una torpe intención por mantener los efectos cortos -pero analgésicos- de la adicción.
3. COMPENSACIÓN POSITIVA Y FUNCIONAL
A medida que se empiezan a analizar e intervenir las bases de dinámicas que favorecieron (de pareja), que favorecieron tristemente a la infidelidad.
4. RESTRUTURAR ANTIGUAS CREENCIA Y PADAGIGMAS
5. AUTOCONOCIMIENTO, EXPRESIVIDAD Y
6. PERDONAR TUS PROPIOS ERRORES.
6. TOMA DE DECISIONES Y MANEJO DE LÍMITES.
7. CÓDIGO DE TRANSPARENCIA
8. CONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO "YO"
9. CAPITALIZAR LA EXPERIENCIA Y EL DOLOR
10. CONSCIENCIA SOSTENIDA.
11. ESPIRITUALIDAD Y SENTIDO DE VIDA.
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